Crónica de un garbanzo (34)

Solito, desnuito me entero
que bajo este mismo techo
deshecho
no hay derecho
pa mí

Y así escalo hacia fuera maní
y otra vez, otra vez
malquerida
ay mami, malquerida otra vez
malquerida
malquerida

Presto, hoy te presto
mi enamoramiento
ay pero avisa si el aburrimiento
te visita con mi
si despues no te anhela
ya ves
otra vez, otra vez
malquerida
ay mami, malquerida otra vez
malquerida
malquerida

Si una mujer
si una mujer
malditala
otra vez
ay , es igual
que el engancho
a no dejarse
querer
si no te dejas
te acecha o te ve
malquerida

Seco,
con el cuerpo seco
de sal
yo me duermo
en un hueco
despacio
saber
que sabes poco de mi
yo conozco ese cuerpo maní
y otra vez,y otra vez
malquerida
ay mami, malquerida otra vez
malquerida
malquerida



MalqueridaNubla

Crónica de un garbanzo (33)














Over the houses
The streets and the trees
Over the dogs down below
They'll bark at our shadows
As we float by on the breeze

Tonight we fly
Over the chimney tops
Skylights and slates -
Looking into all your lives
And wondering why
Happiness is so hard to find

Over the doctor, over the soldier
Over the farmer, over the poacher
Over the preacher, over the gambler
Over the teacher, over the rambler
Over the lawyer, over the dancer
Over the voyeur,over the builder and the destroyer,
Over the hills and far away

Tonight we fly
Over the mountains
The beach and the sea
Over the friends that we've known
And those that we now know
And those who we've yet to meet

And when we die
Oh, will we be
That disappointed
Or sad
If heaven doesn't exist
What will we have missed
This life is the best we've ever had


Tonight We Fly
The Divine Comedy

Esta es la canción que propongo para escuchar los lunes por la mañana.

Crónica de un garbanzo (32)
















Adornó su habitación con fotografías de escritores muertos, casi todas eran en blanco y negro. Pensó que con el roce, algo se le pegaría de las vidas de aquellos cadáveres que habían hecho maravillas con las palabras. Empezó a salir sola por las noches, a beber cervezas, a fumar porros, a meterse rayas, a desnudar su espalda en fiestas donde no conocía a nadie, a cantar debajo de las farolas aunque estuvieran apagadas, a bañarse en lagos llenos de cristales rotos. Cuando en su cara ya no quedó más espacio para una nueva cicatriz y pensando haber tocado con la punta de la nariz el lado más oscuro de la vida, una mañana de un domingo que me recuerda a hoy, decidió arrancar las fotografías y estirarse en el sofá. Le dolía el lado derecho de su cuerpo. Era un dolor desde dentro, entre las carnes. No podía girarse. Miraba el techo amarillento de humo de tabaco sintiendo que no había opción para dejarlo de mirar. La tela que cubría su cuerpo se volvió áspera y el suelo desapareció. Ya no tocaba nada con su nariz, ni rozaba tampoco nada. Podría haber muerto allí mismo pero no: sólo estuvo de visita un rato en el verdadero lado.

Ayer por la noche vi, estirada en el sofá, la película Hotel Rwanda de Terry George.

Crónica de un garbanzo (31)

Cautelosa la nana se acerca al portal de mi sueño.
Entra, canta y se va.
¡Hasta mañana, nana! Hasta mañana…

Crónica de un garbanzo (30)

Las cartas están engordando en el cajón del armario mientras yo sólo tengo ganas de salir corriendo. Me alegro de verte las legañas cada mañana aunque me pique la punta de la lengua cuando me las como. Hoy he estado recordando cartas. Mi preferida es una de siete folios que llegó en un sobre rasgado. La recibí mientras desgastaba un verano en “el pueblo” (creo que durante una época se puso de moda en mi escuela eso de tener un pueblo. Todas tuvimos uno, así, casi como de repente. Yo, en realidad no tenía ninguno así que me agencié el del marido de la hermana de mi madre: mi tío.) Allí, en aquel lugar que ahora me parece atemporal, derrochábamos la inocencia, nos emborrachábamos, exigíamos no tener hora de vuelta a casa por las noches y, en mi caso, también me llevaban a los toros. Perdida en ese espacio entre pinares, con la plaza de la fuente de los cuatro chorros, con el pote y la mandanga, disparé los primeros besos con lengua y recibí un sobre que aún guardo. Dentro la grafía infantil y una ligera intuición de que esto de la vida iba en serio. Hace tiempo que no recibo cartas, sólo llegan facturas y el colmo es que además siempre son las mismas. Por correo electrónico, exceptuando a mi amigo canario y a las nuevas celulitas, en la bandeja de entrada se acumulan anuncios de Pixmania (una empresa que odio) e Infojobs. ¿Dónde se escriben ahora las historias de las vidas minúsculas? ¿En los diarios de cabecera y en los blogs? Mi amigo Sebald espero que sonría con esto y más ahora que sé que él no ha dejado de escribir, ni en su libreta ni a esa mujer. Lo pienso y mì amigo me sigue pareciendo una persona excepcional y lo creo, entre otra muchas cosas, porque desde que le conozco, que empieza a ser desde hace mucho tiempo, nunca se ha dejado arrastrar por las corrientes de nuestra época, pareciendo a menudo un bicho raro, siendo, a mi entender, una persona de una coherencia sorprendente. Algún día le pediré que me acompañe a tomar la merienda con ese jersey que lleva tejido un hipopótamo rosa.

Una anotación particular: ¡Cómo me gustan los primeros veinte segundos de la canción Papa Don’t preach de Madonna!

Crónica de un garbanzo (29)

Hace dos meses hice una fotografía. Ahora la miro y no parece la misma. Las fotografías cambian con el tiempo. Ahora no es la misma persona la que está detrás de tu cuello, escondida, respirándote. La cabaña, a nuestras espaldas, sigue verde, con el moho, pero tú tampoco pareces ser ya el mismo hombre que mira directamente al objetivo, buscándome. Ahora, en esa fotografía soy yo quien te busca detrás de tu cuello y tú miras al objetivo con el desinterés que produce saber que me has encontrado. Sea como sea y porque siempre queda algo, la cabaña sigue verde y yo respiro.

"Time to pass you to the test.Hanging on my lover's breath.
Always coming second best. Pictures of my lover's chest.
Get through this night, there are no second chances.
This time I might to ask the sea for answers.


Ask for Answers
Placebo

Crónica de un garbanzo (28)

Me voy al concierto de Ben Harper.
Nada más.

Crónica de un garbanzo (27)

Existe un miedo intermitente que aparece cada vez que cierro los ojos cuando parpadeo. Es un miedo un poco bobo, o un poco cobarde…qué se yo…pero cada vez que abro los ojos y miro, inmediatamente, por no llorar, he de cerrarlos y entonces: aparece el miedo. Como entenderéis… es una agonía vivir de esta manera, tambaleándose una entre tanto llanto y tanta paura. Y esto que escribí ayer me parece que hoy no es nada. Ayer tampoco lo era pero no me di cuenta. A mi lo que en realidad me pasa, no es ni miedo, ni nada extraño cuando miro, ni cuando oigo, ni cuando me muevo, ni tampoco cuando abro ni cierro los ojos. Lo que me sucede es que me paso el día fuera de mí y no me doy cuenta absolutamente de nada. Cuando llego a casa, a veces, me pongo a escribir o lo que sea eso de ir poniendo una palabra detrás de otra y es entonces cuando me doy cuenta de que lo que me pasa es que me duele la espalda y siento como si alguien me estuviera estirando la cuerda que une mi columna vertebral con la parte inferior derecha de mi cerebro. Eso es todo. Mi vida no es ninguna agonía, eso no es cierto. Hoy he ido al teatro y he escuchado a una mujer sobre el escenario afirmar ser una Farola que brilla. Eso es todo otra vez.

Crónica de un garbanzo (26)

Es tiempo de aligerar la velocidad porque siento que algo se está precipitando, como si la vida me atropellara.

Mi abuela todavía no ha olvidado ni una sola noche darle cuerda al reloj de la mesita de su dormitorio.

Crónica de un garbanzo (25)

"All that i can give you
is forever yours to keep
wake up every day with a dream
and happyever after in your eyes"


Happy Everafter In Your Eyes
Ben Harper

Crónica de un garbanzo (24)
















" De todas las islas maravillosas la de Nunca Jamás es la más acogedora y la más comprimida: no se trata de un lugar grande y desparramado, con incómodas distancias entre una aventura y la siguiente, sino que todo está agradablemente amontonado. Cuando se juega en ella durante el día con las sillas y el mantel, no da ningún miedo, pero en los dos minutos antes de quedarse uno dormido se hace casi realidad. Por eso se ponen luces en las mesillas.


Peter Pan


J.M. Barrie