Cuaderno de escamas (16)

A veces me equivoco. Es tan sencillo como eso: me equivoco. Me paro un rato y acabo creyendo que lo podría haber hecho quizá de otra manera, simpre con la idea de que esa otra opción, por algún motivo, es algo mejor. Y...ahí está el reto, cada día con cada cosa. Así que mañana, cuando me levante, voy a tener un universo de esperanzas.