La ciudad sin nombres (11)

...y mientras los hombrecillos de mono blanco iban haciendo de las suyas al tiempo que se desgastaban las muñecas, la mujer decidió ir a ver pececillos de colores a Lloret de Mar. Nunca antes había estado en aquel lugar. Llegó justo en ese instante en el que se mezcla el olor de alcohol barato con los principios de resaca y la mirada indiferente de los pakis que intentan abrir sus tiendas de souvenirs. Lloret de Mar es el paraiso de los flotadores pero los peces...LOS PECES NO SON DE COLORES!!!! Son sólo marrón oscuro con alguna pincelada de amarillo. No sé qué demonios hacía la mujer bajo el agua si el verdadero espectáculo estaba sobre el mar, a pie de playa.

La ciudad sin nombres (12)

"Comieron bollos de canela y bebieron café. Ann sintió hambre de pronto y los bollos eran dulces y estaban calientes. Comió tres, cosa que agradó al pastelero. Luego él empezó a hablar. Le escucharon con atención. Aunque estaban cansados y angustiados, escucharon todo lo que el pastelero tenía que decirles. Asintieron cuando el pastelero les habló de la soledad, de la sensación de duda y de limitación que le había sobrevivido en sus años maduros. Les contó lo que había sido vivir sin hijos durante todos aquellos años. Un día tras otro, con los hornos llenos y vacíos sin cesar. La preparación de banquetes y fisetas. Los glaseados espesos. Las diminutas parejas de novios colocadas en las tartas de boda. Centenares de ellos , no, miles, hasta la fecha. Cumpleaños. Imagínese cuantas velas encendidas. Su trabajo era indispensable. Él era pastelero."

Parece una tontería
Raymond Carver

La ciudad sin nombres (9)

Próximamente...VACACIONES EN LAS OBRAS: la no breve historia de una mujer, que pese al insistente consejo de sus amigos, decidió una tarde tirar una pared y hacer desaparecer el gotelé su casa.

Gracias a la colaboración de GDL.

La ciudad sin nombres (8)

Quisiera poder decir que estoy de vacaciones pero...no: sólo estoy de obras.