Las horas del manubrio (15)
Hay canciones que hacen invierno y amigos que están demasiado lejos. Sentada en el muro que limita la casa, escucho a los murciélagos y almaceno recuerdos que sólo podré compartir conmigo misma. Y cuando pasen los años…¿qué sentido tendrá decirme que fui feliz, allí colgada, enchufada a unos cascos, viendo anochecer? Quizá entonces, todavía me aguarde el olivo.