El encanto de la ballena (29)

Ahora me apetece llamarte por teléfono y preguntarte si los trombones se fabrican a medida del músico. No tengo ganas de que me cuelgues…Nunca antes como en esta primavera había sentido tantas ganas de que llegara el verano. Me estoy equivocando.

6 Comments:

Blogger tirant said...

¿Por qué la ballena repitió el encanto 28? ¿Qué enigma encierra la pregunta al músico? Busco respuestas y sólo hallo otra pregunta ¿serás tan misteriosa como tus escritos? No te dejaré consejos porque creo que no se deben dar si no se piden. Te daré sólo mi opinión. Si yo fuera músico, no me importaría que me llamaras ni te colgaría porque me preguntaras sobre tubas a medida. Tampoco tendría prisa para que llegara el verano, intentaría antes disfrutar de la primavera. No me preocuparía en exceso por equivocarme: a menudo los errores de hoy son aciertos mañana y los aciertos de ayer se convierten en las equivocacones de hoy.
Me encantaría haberte ayudado en algo.

jueves, 02 marzo, 2006  
Blogger Grock said...

Poco puedo añadir al post de Tirant. Creo que el te lo dice todo bien clarito.
Por si acaso:A la mierda con la duda, con el miedo de mierda. La autocensura es aún peor que la censura. Lo que te tendrías que preguntar es ¿y si no que?.
Igual te resultaría más fácil preguntarle por la tuba a alguien de producción. Ellos suelen saber de todo, menos de sentimientos.

jueves, 02 marzo, 2006  
Blogger Flaneuse said...

¿en realidad qué importan si las tubas y los trombones los fabrican a la medida del músico? Lo más probable es que cada músico tenga que encontrar el instrumento que mejor música pueda hacer sonar entre sus dedos.
Cielo, desafinas si quien tiene que sacar lo mejor de ti te cuelga el teléfono.
Cambiemos de partitura,please! Esto se ha convertido en un estribillo demasiado recurrente.

jueves, 02 marzo, 2006  
Blogger Glube said...

Flaneuse:

Me parece muy bien que consideres poco importante la temática de mi pregunta. Lamento decirte que según mi criterío me parece tan importante saber si los trombones los hacen a la medida del músico como saber el lugar de procedencia de las chirimochas o porqué los peces crecen no en función de lo que comen sino de donde viven. Repito algo que ya dije en algún post: suelo pasar ratos tontos de mi vida preguntándome sobre el porqué de ciertas cosas absurdas. Me divierto mucho, de verad. La pregunta es sencilla, no encierra ninguna metáfora. Es muy simple. Nada tiene que ver con ese amor de músico loco que tu bien conoces. Entenderás que tu creencia sobre lo que es mejor para un músico a la hora de elegir un instrumento me pueda parecer acertada o no: ese es otro tema pero nada tiene que ver con mi pregunta.

Desafino? No. No desafino y menos desde que empecé las clases de gospel. Las ciscurtancias pueden hacer que me cuelgue el teléfono alguien que haya sacado lo mejor de mi. Lamento que el texto no explique el porqué creo que alguien con el que se supone me apetece hablar me va a colgar. También lamento no haber sido capaz de mostrarte entre café y café lo importante que está siendo para mi aprender a diferenciar entre sentimiento y pensamiento y que por lo tanto continúes pensando que me siento mal porque alguién del que se supone que me he enamorado no me valore como crees que merezco.

La característica principal del estribillo es la repetición así que si la partitura te parece demasiado "recurrente" solo puedo decirte que escuches otra. La mía, muy probablemente, siga variando en cada estrofa y repitiénose en cada esctribillo. Así soy yo.

Un abrazo

jueves, 02 marzo, 2006  
Blogger Flaneuse said...

oído cocina. voy a no soltar ningún comentario paternalista más. Lo siento.

viernes, 03 marzo, 2006  
Blogger ecléctica said...

Vaya, veo que tu blog hace chup chup, que tu canción tiene vida o por lo menos da que hablar. Me gusta asomarme a tu estribillo, que para mí de momento es pura estrofa. No dejes de cantar.

martes, 21 marzo, 2006  

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