El encanto de la ballena (19)

Mariona, por las tardes, trabaja de camarera. Cuando llega a casa por las noches, después de cenar, se sienta en el sofá frente a la tele para pintarse las uñas. Primero moja un algodoncito con acetona y se quita los restos del esmalte salpicado por los golpes y el agua. Borra el color. Dedo a dedo. Insistiendo en las juntas. Limpiando bien las lineas. Sus manos se vuelven, así, de nuevo blancas, transparentes y… desaparecen. Justo en el instante anterior a olvidarlas, abre el frasco de laca, siempre Astor 485 Diamant Sensation, y…empieza a barnizar, a pinceladas suaves, una a una cada uña... y vuelven a aparecer las motas rojas que le avisan de que allí acaban sus manos.

"There are people going lonely, and they'll stay
lonely far into the year"

Belle and Sebastian

1 Comments:

Blogger ecléctica said...

Mariona tiene unas manos hermosas, creativas, sinceras.., se mueven a las órdenes de un cerebro hermoso, creativo y sincero que anima a Mariona a ponerles esmalte para que no olvide,ni por un segundo, que están ahí para algo más que lucirse.

domingo, 08 enero, 2006  

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