El encanto de la ballena (20)

¿Quién es Erre? Erre es un pez sin cola. Llegó a mi casa mucho después que la pecera. Nunca había pensado en tener otro pez. Hacía ya cinco años que había muerto el anterior, Mariano. Mi madre siempre me había explicado que los peces traían mala suerte pero yo nunca la creí. Me dejó el novío, me robaron en casa y casi hicieron explotar el edificio en el que vivo pero…yo nunca la creí. Mariano murió y la pecera se quedó vacía. Mi suerte cambió pero yo sigo sin creer a mi madre. Un día fui a buscar a Erre. Llené la pecera de agua y le hablé llamándole Roberto. Al día siguiente le hablé llamándole Raul. Al siguiente, Ricardo. Un día una amiga me preguntó el nombre del pez. Yo no supe que contestarle, lo único que tenía claro era que era cualquier nombre que empezara por erre. Como estaba en plena erupción de honesidad le dije que, si quería saber la verdad, creía que se llamaba “Cualquier Cosa que empiece por Erre”. Mi amiga me frunció el ceño y me dijo que le sonaba muy mal que a mi pez le llamara Cosa y menos Cualquier. Habían pasado ya varios meses desde que “Cualquier Cosa que empiece por Erre” había llegado a su nuevo hogar cuando decidí irme quince días de vacaciones. Para entonces el pez ya estaba enfermo. Había cambiado el color de las escamas y se le había caído la cola. Estaba vivo porque, aunque no podía nadar, flotaba moviendo el ala derecha. Fue la misma amiga quien cuidó de “Cualquier cosa que empiece por Erre”. Durante mi viaje me escribia mensajes de movil con ella. Por abreviar letras “Cualquier Cosa que empiece por Erre” pasó a llamarse “Erre”. Erre vuelve a tener cola, le ha salido un poco torcida, pero se mueve que da gusto verlo. Es naranja, otra vez. Hoy, a Erre, le he comprado un duplex con vistas a mi cama en el barrio de Gracia. Es alucinante verlo nadar. ¿Cómo lo explico? Yo es que creo que baila. ¿Qué seguridad es esta que me aplasta cuando creo sentir que mi pez escucha música y por eso baila? ¿Es la misma seguridad que siento al afirmar que la otra noche creí estar bailando entre borregos? Prefiero a mi pez. ¿ Y que quieres que te diga? Que sí, que todo es una mierda pero que quizá un día salgas a la calle a comprarle una pecera más grande a tu pez. En el escaparate de la tienda de animales quizá te encuentres a una mujer que no se de cuenta de que te has parado a mirar los peces expuestos. Y ella, en esa inconsciencia, siga hablando con el loro rojo y verde que está también enjaulado al otro lado del cristal. Y allí, parado, quizá descubras que aquella mujer va cada día a hablar con el loro. Y mientras todo esto sucede quizá olvides que todo es una mierda…esto puede pasar. Ahora Erre ya puede volver a gritar en su nueva casa aquello de “Busco un centro de gravedad permanente”. Le encanta Franco Batiatto, como a mi.

3 Comments:

Blogger ecléctica said...

Dime una cosa, "Erre"; ¿te ponían música en casa antes de que se te cayera la cola? Y a la autora:no dejes de escribir que me gusta irme a la cama sonriendo... Gracias!

jueves, 19 enero, 2006  
Blogger tirant said...

Erre que erre, cuando pienso que he llegado, aún no he salido. erre que erre, busco en el suelo mi centro de gravedad para, si me levanto, mantener el equilibrio. Erre que erre, así sigo.

jueves, 19 enero, 2006  
Anonymous Anónimo said...

like my heart reflects the god's love,
like the moon reflects the light of the sun,
in love, allways in love...

when in love, everithing is the most beautifull thing of the creation...

allways in love... would you like it?
Is your choice...

From India with best wishes.

viernes, 20 enero, 2006  

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