Poliedros (3)

La madre de Sara siempre tenía respuestas para todo, o al menos eso era lo que ella creía así que aquella tarde, al regresar de la escuela, antes de dejar la cartera, el movil, pillar la merienda y conectarse a internet, fue hasta la salita de estar y le dijo: “Mamá, tengo un amigo que se está yendo, ¿qué puedo hacer para detenerle?”. Su madre, que no entendía nada, respondió: “¿Un amigo que se está yendo, a donde?” Esa frase no era la que esperaba Sara, pensó que era poco importante saber hacía donde iba su amigo, en realidad ella tampoco lo sabía, era tansolo que se iba a cualquier otro lugar más o menos lejos de ella. En aquel momento no pudo imaginar que lo que sentía se llamaba tristeza y que por ella, cualquier respuesta la habría dejado igual de insatisfecha. Tampoco pudo imaginar entonces que con el tiempo empezaría a pensar que la tristeza, cuando la sacudía, debía dejarla reposar sin poder hacer absolutamente nada.