Historias de cartón (36)

María, después de suicidarse, se fué a la playa. Se estiró en la arena y vió a un fantasma intentando tocar el agua del mar. El fantasma iba con tejanos y sin camiseta, el pecho blanco, nieve. Los codos rosados y en los brazos venas como ríos de lava. No tenía ojos. El fantasma se acercó al mar y el agua se le escapó entre los dedos de las manos. Después dió media vuelta y desapareció engullido por la masa de muertos que se tostaban al sol. María lo vió todo.