Historias de cartón (29)

Se levantó de la silla, de repente, de repente de la única silla del salón-comedor. Se dirigió al lavadero y rescató una caja de zapatos de entre todas esas cosas que se almacenan por si a caso algo, siempre, vacías, rotas, futuros servibles. De un golpe se arrancó la belleza de su cara y la metió en la caja. Alzó sus brazos y colocó aquel volumen rectangular sobre el armario de su habitación, junto a otra caja de zapatos en la que guardaba las fotos que nunca miraba.


Frase del día:

“ ¿Y como voy a seguir haciendo cine con un bebé?”

Tarita

1 Comments:

Blogger Grock said...

no la tira a la basura ni por un barranco ni la lanza lejos de sí... la guarda junto a las cosas que se guardan y no se miran...
que retorcido,¡Que bueno!.

Dile a Tarita, con perdón, que aprenda todo lo que el bebé le pueda enseñar... esa facilidad de movimiento,ese mimetismo,ese punto de vista, ese aprendizaje y ese surrealismo-dadaismo que nace en la mente de los bebés a la vez que esta nace también. Todo eso hará mucho más grande su trabajo.
Respecto a donde dejarlo o llevarlo... que se marque otro ritmo más lento... pero que no pare.

lunes, 23 mayo, 2005  

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