Bajo la sombra de una acacia (15)



Hay veces que tengo la sensación que la vida es como un jersey que me viene grande. Me cuelgan tanto las mangas que resulta imposible que cualquiera de los dedos de mis manos aparezca al final de ellas. La obertura del cuello deja siempre al descubierto medio hombro, el izquierdo o el derecho, de manera aleatoria y es por eso que aún vestida, me siento medio desnuda y tengo frío. Salgo a la calle cada día, disfrazada con mi jersey y deambulo perdida entre las aceras y los kilómetros de lana. Eso sí: es como un enooooooorme jersey de lana. Quizá algún día, después de tomar mucha leche, mi cuerpo y algo más que eso decida crecer y adaptarse a esa pieza de ropa sintiendo, así, como todos los pelillos de lana acarician mi piel. Mientras tanto sólo puedo intentar arremangarme y pedirte la bufanda antes de salir a pasear.

María 1972
Pintura de Antonio López

2 Comments:

Blogger senilDion said...

A María la primavera le ha puesto la sensibilidad a flor de piel. Me gusta mucho el texto número 13. Es pequeño e intenso, como un frasquito de perfume. Y también triste, pero de esa tristeza que enciende luces en lugar de apagarlas.

lunes, 26 marzo, 2007  
Anonymous Anónimo said...

tal vez y solo tal vez, metiendo el jersey en la lavadora a temperatura muy caliente consigas que el jersey encoja y tendrás un fantástico jersey que te venga a medida.

yo coincido en que las historias, los perfumes y las personas pequeñitas. también pueden ser fantásticas.

domingo, 01 abril, 2007  

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