El encanto de la ballena (35)

Ya desde niña nunca le gustó recubrir su habitación con corcho así que podría decir que su vida transcurrió siempre entre paredes salpicadas de agujeritos de chinchetas. Ahora era una mujer independiente, trabajadora, intelectual, ordenada, equilibrada, bella, misteriosa, justa y perfecta pero seguía colgando las fotos de la misma manera que cuando era chica. Anteayer descolgó el retrato de su último amor. Allí quedó, incrustado en la primera capa de yeso, el nuevo agujero al lado de otros que ya había intentado olvidar y no mirar. Mientras guardaba la foto en la caja de las fotos que un día colocaría en el álbum, le vino una extraña pregunta a la cabeza: “Porqué me enamoro siempre de hombres que no saben decir adiós?”. Hizo un esfuerzo por recordar las historias vividas en los últimos cinco años. Siempre había querido descubrir cual era el denominador común entre todos aquellos hombres…y allí estaba la respuesta: le gustaba enamorarse de hombres de papel de celofán. Eran delicados, extremadamente sensibles, translúcidos todos e incluso alguno transparente, como ella. Al abrazarlos podía escuchar el “cric-cric,crac-crac” de sus cuerpos, que se arrugaban y se hacían pequeños. Entendió entonces porqué siempre, despues de la lluvía, marchaban sin decir nada. Sus cuerpos de celofán, en contacto con el agua, se debilitaban, se convertían en celulosa y se deshacían hasta desaparecer. Así, era absurdo esperar una sola palabra, el adiós que marcara un punto y final. No era posible. Anteayer, después de lo de los agujeros, lo de la foto, lo del álbum, con la certeza de que algo se le había quedado adherido a la piel, decidió darse un baño. Al finalizar se envolvió el pelo en una toalla y el cuerpo en otra. Frente al espejo se miró y sintió ver algo. Creyó ser era ella con un deseo: “espero que el próximo hombre sea de césped verde de prado nuevo o de sal de mar o de ladrillos de colores pero…si no ha de ser así, prefiero que siga siendo de celofán: lo prefiero al cemento”.

5 Comments:

Blogger ecléctica said...

Buena idea, a partir de ahora en lugar de ¿estudias o trabajas? habrá que preguntar ¿de qué material estas hecho? Algunos, igual que algunas, no sabrán qué responder y entonces se delatarán y ya sabremos que estan hecho de cemento. Digo yo...

lunes, 27 marzo, 2006  
Blogger tirant said...

Esa tira tan larga de adjetivos (independiente, trabajadora...) puede ser peligrosa. De tanto describir puede acabar ocultando cómo es ella (desconectas y no la vives). Creo que tendría más sentido si lo emplearas como un recurso estilístico para conseguir algún efecto determinado con esa enumeración (y pienso que no es el caso porque no se vuelve a dar en el texto).

Cuando hablas de que queda una marca en el yeso al arrancar la foto. A mí me ha desorientado porque antes habías dicho que desde pequeña había tenido las paredes recubiertas de corcho (para clavar fotos, papeles...).

Me ha hecho gracia descubrir un error que yo cometo y que a menudo me corrigen como contaminación del catalán. Dices que los hombres marchaban; cuando en castellano para la acepción de irse también debe ser marcharse (se marchaban).

El final no está a la altura poética que consigues con otras imágenes. La de hombres de celofán tiene mucha fuerza evocativa. Sin embargo para mí "de césped verde de prado nuevo o de sal de mar o de ladrillos de colores" no tienen esa fuerza; quizá por la acumulación de tantos "de". Igual conseguías más fuerza simplificando, por ejemplo dejando sólo sal en lugar de sal de mar. Además hay dos palabras que no me resultan atractivas: césped y ladrillo. A mí césped me hace pensar en una hierba domesticada como jardín de chalet o campo de golf. Y ladrillo, por más colores que lleve, me impacta como tocho.

martes, 28 marzo, 2006  
Blogger tirant said...

Al publicar el comentario me he dado cuenta de que precisamente decías que nunca le había gustado tener la pared recubierta de corcho (así que la contradicción la tenía sólo yo). Lo siento.

martes, 28 marzo, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Jelou for Gubleburne!

Gràcies una vegada més per aquestes imatges tan garrides!

lunes, 10 abril, 2006  
Blogger senilDion said...

Tenéis razón. Todos. Aunque, por añadir algo al debate literario de altos vuelos y, sobretodo porque, como dijo Jorge Valdano una vez, no es que tenga nada que decir, pero como ya estoy escribiendo no voy a tener más remedio que terminar, subrayaría, no con ánimo de ser pejiguero y sin menoscabo de ninguna de las opiniones expresadas anteriormente por el resto de contertulios, que a mí me gustó más el libro.

miércoles, 19 abril, 2006  

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