El encanto de la ballena (2)

No es extraño que se le olviden todas las historias cuando se para a pensar en en el Tiempo… y es que el Tiempo la trae de cabeza. Hoy ha descubierto que es incontrolable. Precisamente hoy desearía que el Tiempo fuera muy corto y muy rápido hasta las 21:30 y a partir de ese instante, que se hiciera largo, lento y eterno. Pero eso no es así. Precisamente a las 18:06 eso no es así, es todo lo contrarío: el Tiempo transcurre con una lentitud casi espantosa y a partir del instante, se precipitará. Está segura. Y como hay que sacarle provecho a todo, mientras tanto, intenta distraerse con detalles. Ha sacado todas las etiquetas de la ropa que compró ayer: sería un desastre aparecer con esos trocitos de papel con números colgando de la parte de atrás de la chaqueta o de los pantalones o de la camiseta. No podría esconder aquel segundo en el que se dió cuenta de que su armario estaba completamente vacío, que no existía ni una sola pieza adecuada para la ocasión de las 21:30. Y vuelve a revolverse el Tiempo. Ahora tiene quince años otra vez. Y sin más… sólo es capaz de pensar que puede parecer fantástico ir envejeciendo porque cree que pase como pase eseTiempo, en cualquier momento, siempre inesperado, puede volver a sentir algo que pensó había olvidado ya. Son las 20:01.