Un ratito en el deslugar (13)

Todavía no había acabado de entender muy bien cómo había sucedido y mucho menos se atrevió a preguntarse porqué había sucedido. En un instante desaparecieron todos ellos. Desaparecieron bajo el agua, bajo las casas destruidas, los complejos turísticos, las palmeras. Quedaron atrapados en los coches, en los puentes…pero lo peor de todo es que quedaron sepultados bajo una cifra, como si todos fueran iguales. Cada individuo se perdió en la masa de un número. Sería impòsible pensar en cada uno de ellos como en la pérdida de una vida individual, una más una, más una, más una, más una…y María seguía intentando evitar preguntarse porqué. Hacía muy poco que un amigo suyo había regresado de una viaje a la Indía. Le había contado que allí tenían una frase que decía: “Money comes as money goes” pero es que “Life comes as life goes” y eso es muy duro, y aún pensándolo, estaba segura que era incapaz de querer creer que eso fuera realmente así, tan simple y tan espantoso al mismo tiempo. Le hubiera gustado creer en algún otro tipo de existencia capaz de albergar a todos esos seres después de desaparecer…pero no podía. Las dimensiones eran demasiado grandes y María se sentía tremendamente pequeña y no le quedan palabras ni pensamientos.