Un ratito en el deslugar (12)

María se ha quedado atrapada en su habitación. Quiere pensar que es el frío de afuera la que le impide salir pero eso es seguramente sólo una excusa. Se pasa el día leyendo lo que escriben los demás y lo que no puede escribir ella: estar en el deslugar permite que sucedan ese tipo de cosas. Y es que, al fin y al cabo, quizá tampoco se esté tan mal allí o aquí, donde quiera que esté ese deslugar. Ahora seguramente todo se desordene para poder alcanzar un orden después. Habrán de caer muros para poder levantar paredes y si los muros no se caen solos habrá que destruirlos a golpe de martillo, a puñetazos si hace falta, reventarlos. Las nubes pesan mucho hoy por eso les debe costar tanto moverse. Eso es todo lo que María ha sido capaz de pensar cuando de nuevo ha vuelto a mirar a través de la ventana y se ha dado cuenta de que había dejado de nevar.